Familia. Giddens
El capítulo IV de este libro, Un mundo desbocado, habla más específicamente
sobre la familia tradicional y cómo está a ido cambiando a través de los años e
igual de los rasgos fundamentales que esta tiene, en donde menciona que la familia
tradicional era, sobre todo, una unidad económica y que en este tipo de familia,
las mujeres y niños no tenían derechos, y por tal, los niños eran vistos como
contribución hacia el aspecto económico de la familia y que eran visto, pero no
oídos por sus padres ni por la sociedad; y que ahora, en la familia futura o en
construcción, ya existe una democracia de las emociones en donde los niños
pueden, y deben ser capaces de replicar y dar su punto de vista hacia sus
conformidades e inconformidades.
Conforme fue avanzando la idea de
familia, se remplazó la idea de matrimonio como contrato económico y la idea
del amor romántico ahora era la base del matrimonio, pero aun así los roles de
cada actor seguían siendo los mismos: El padre “ganando el pan”, la madre de
ama de casa y los niños aprendiendo de las actividades del género al que
pertenecían.
Otro tema importante que abarca el
capítulos es el tema de la sexualidad, en donde se hace énfasis en la
homosexualidad y se menciona que la homosexualidad, al menos masculina, era más
tolerada por distintas tradiciones que se tenían en algunas culturas, pero que
no fue hasta que la iglesia fue adquiriendo poder que se empezó a tomar esa
idea de tutela sexual de hombre a hombre como algo antinatural. De igual manera
se explica un poco sobre la libertad sexual de las mujeres al elegir con quién
juntarse y el cómo esa idea ha ido cambiando con el tiempo ya que en la familia
tradicional, era un negocio el matrimonio y a las mujeres se les decía con
quién juntarse y ahora, en la idea de la familia en construcción, hay más
decisión aunque todavía hay casos en los que se tiene la idea antigua.
En conclusión, el autor da
contraste de las ideas de la familia tradicional contra la futura o en
construcción, dando ejemplos veraces.
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