miércoles, 28 de septiembre de 2016

Análisis "La familia" de Erich Fromm

El capítulo VI. La familia y el autoritarismo habla sobre la familia moderna y de alguna manera ciertas revoluciones en las que se mencionan la liberación del comerciante de una tutela anticuada y arcaica, que se abolió el trabajo obligatorio, cuando se llega a la civilización aun así la familia siguió siendo una institución feudal basada en el principio de la sangre es decir una institución totalente irracional, en cambio, la sociedad industrial proclama el reino de la racionalidad, el dominio exclusivo del principio del cálculo y del intercambio libre. La significación social y las dificultades internas de la familia moderna se deben a esta contracción global de la sociedad. La sociedad había alcanzado ya un nivel en que la lealtad directa e inviolable de los miembros indirectos de la familia, en la vieja aceptación (esclavos y siervos) se podía substituir por el interés racional del obrero mediante el contrato de trabajo, cada individuo tenía que procurar por sus intereses sin embargo en la familia se basaba en la relación entre el capital y el trabajo dentro de la fábrica.
En este capítulo una idea principal que se muestra en torno a la familia es que los hijos de empresarios eran indispensables para la buena marcha del negocio del padre y por otro lado las hijas eran indispensables tanto en la casa como en la tienda, la autoridad familiar permanecía casi intacta en la clase media.
Desaparece el poder absoluto del padre, la autoridad en el hogar adquiere así un aspecto irracional. Las emociones, actitudes y creencias enraizadas en la familia explican la coherencia de nuestro sistema cultural.

El matrimonio y la familia se convierten en sinónimos. Finalmente las mujeres son admitidas en el mundo económico del hombre a costa de adoptar las pautas de comportamiento de una sociedad profundamente rectificada.

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